viernes, 10 de junio de 2011

HEROÍNA

¿QUË ES?

La heroína es una droga sintetizada a partir de la morfina, derivada a su vez del opio que se ibtiene de la planta Papaver somniferum. Se incluye en el grupo de los opiáceos. Fue sintetizada en 1874, tratando de buscar un fármaco con la potencia analgésica de la morfina, pero sin su capacidad adictiva, aunque pronto se comprobó que sus riesgos y efectos negativos eran superiores a los de la morfina y la mayoría de los países occidentales suspendieron su uso.

Se presenta originariamente como un polvo blanco, inodoro y fino que, dependiendo del proceso de producción, puede presentarse con otro color y textura.

La heroína puede ser adulterada con quinina, lactosa, bórax, azúcar, almidó, etc., incluso se ha utilizado estricnina y otros depresores del sistema nervioso central como barbitúricos y sedantes. Las adulteraciones son las causantes de una parte de los problemas médicos derivados de su consumo, a lo que hay que añadir la "contaminación" con bacterias, virus, hongos o patículas tóxicas.

La heroína puede fumarse, inyectarse o inhalarse por la nariz. Las dos primeras vías de administración son las de acceso más rápido al cerebro y, por tanto, las que prodcen efectos de formas mas rápida. Muchos usuarios jóvenes se inician aspirándola por la nariz o fumándola, pensando, erroneamente, que de esta manera no se llega a la adicción. Sin embargo, a medida que el organismo se acostumbra a la droga y los efectos que produce se hacen menos evidentes, recurren a la inyección para obtener resultados más intensos, como los que experimentaban cuando empezaron a consumir.



¿QUÉ EFECTOS INMEDIATOS PRODUCE EN EL ORGANISMO?

la heroína activa un sistema de nuestro propio organismo denominado "sistema opioide", qe regula procesos físicos y psíquicos tan importantes como la sensación de placer, de satisfacción, el control del dolor y de las funciones respiratorias y cardiovasculares. Este sistema produce unas sustancias naturales llamadas "opioides endógenos" cuyos efectos son imitados en gran parte por la heroína.


Así, el consumo de de heroína activa el sistema opioide de forma antinatural y produce cambios en el cerebro que obligan a la administración continuada de esta droga ya que, si se interrumpe, aparece sintomatología de abstinencia, es decir, el sistema nervioso central necesitará la aportación externa de esta sustancia para mantener la regulación de las funciones que realiza.


Poco tiempo después de consumirse llega al cerebro, donde se convierte en morfina y se adhiere a los receptores opioides, dando como resultado una oleada de sensaciones agradables, calma y euforía. La intensidad de estas sensaciones dependerá de la cantidad de heroína tomada y de la rapidez con que llega al cerebro.

Inicialmente, se percibe acaloramiento de la piel, sequedad de boca y sensación de pesadez en en las extremidades, en ocasiones seguidas de náuseas, vómitos y picor considerable. Posteriormente, se siente somnolencia durante varias horas, las funciones mentales se ofuscan, las funciones cardiaca y respiratoria se alteran, a veces hasta el punto de causar la muerte, según la dosis consumida.

EFECTOS.
• Flash (subidón), euforia, bienestar.
• Supresión del dolor.
• Náusea, vómito.
• Ofuscación de la mente.
• Depresión respiratoria.

¿QUÉ RIESGOS Y CONSECUENCIAS TIENE EL CONSUMO DE HEROÍNA?


La heroína es una droga altamente adictiva. Al principio, sus efectos son muy placenteros, lo que propicia una conducta de consumo continuado y repetido. Este consumo continuado de heroína provoca rapidamente, un fenómeno de tolerancia. Es decir, para conseguir el mismo efecto o evitar los síntomas de abstinencia, el adicto necesita cada vez dosis más altas, siendo necesarias hasta 10 veces más al cabo de un cierto tiempo de consumo.

Con el tiempo, la heroína pierde la capacidad para producir el bienestar inicial que producía, lo que provoca un malestar cada vez mayor. Si al principio la obtención de placer era la causa del consumo, con el paso del tiempo, lo que el heroinómano busca es aliviar el malestar que le produce la asencia de heroína.

La supresión del consumo de heroína ocasiona la aparición del sindrome de abstinencia (mono). Se trata de un conjunto de signos y síntomas entre los que destacan:
-Ansiedad.
-Agresividad.
-Midriasis (dilatación pupilar).
-Lagrimeo.
-Sudoración abundante.
-Escalofríos, temblores y "piel de gallina".
-Diarrea, náusea y vómitos.
-Embotamiento mental.
-Hiperactividad locomotora.
-Dolores articulares.


El "mono" aparece aproximadamente a las 8 horas de la última dosis, generando un profundo malestar entre las 36 y las 72 horas y pudiendo durar hasta 10 días. Aun qe el síndrome de abstinencia no supone un grave riesgo para la salud, es una experiencia muy temida por el heroinómano.

Llega un momento en que toda la vida del adicto gira alrededor de la búsqueda, obtención y consumo de la heroína. Los heroninómanos dejan de mostrar interés por su entorno, por su familia y por sus amigos. Todo su pensamiento gira constantemente alrededor del consumo de droga. Pierden el sentido de responsabilidad respecto a si mismo y a los que le rodean y, a menudo, no cumplen con las exigencias de la vida de estudio profesional. Se aíslan y se limitan a un contacto superficial con el medio ambiente en el que viven.

Es frecuente el abandono del grupo de amigos habituales, la disminución de la capacidad para ejercer la profesión aprendida, la pérdida de la actividad laboral y, finalmente la marginación social.

Además de la adicción, el consumo de heroína conlleva importantes riesgos y consecuencias negativas para la salud. Es necesario tener en cuenta no solo la sustancia en sí misma, sino también los adulterantes utilizados en su manipulación, los hábitos higiénicos precarios y las conductas y prácticas de riego a las que se asocia su consumo.

El uso crónico de la heroína inyectada provoca la aparición de venas cicatrizadas o colapsadas, infecciones bacterianas de vasos sanguíneos, abscesos y otras infecciones de la piel y tejidos blandos, y enfermedades hepáticas, cardiacas y renales. Las complicaciones pulmonares pueden ser el resultado tanto de los efectos depresores de la heroína como de la mala salud del consmidor, que por sus hábitos higiénicos o estilo de vida condicionado por su adicción, es más susceptible de adquirir enfermedades respiratorias (bronquitis, tuberculosis, etc...).


Algunos de los aditivos con los que se mezcla la heroína pueden obstrir los vasos sanguíneos de pulmones, hígado, riñones o cerebro, y causar infecciones y lesiones muy graves en estos órganos.

Compartir las jeringuillas u otros útiles de inyección, así como mantener relaciones sexuales sin protección, provoca infecciones por virus como el de la inmunodeficiencia humana (VIH), los de la hepatitis B y C, etc...

RIESGOS Y CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE HEROÍNA.

• Tolerancia.
• Adicción o dependencia.
• Enfermedades infecciosas (VIH, hepatitis…)
• Infección del endocardio y válvulas del corazón.
• Artritis y otros problemas reumáticos.
• Venas colapsadas.
• Abscesos cutáneos.

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