¿QUÉ ES?
El alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta a la capacidad de autocontrol, produciendo inicialmente euforia y desinhibición, por lo que puede confundirse con un estimulante.
El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico, que tiene diferente concentración dependiendo de su proceso de elaboración.
TIPOS
Las bebidas alcohólicas pueden ser:
• Fermentadas: vino, cerveza y sidra. Tienen una graduación entre los 4º y los 15º. Se producen por la fermentación de los azúcares de las frutas o de los cereales.
• Destiladas: son el resultado de la destilación de las bebidas fermentadas, con lo que tienen mayor concentración en alcohol. El orujo, el pacharán, el vodka, el whisky, el ron o la ginebra tienen entre los 40º y 50º. Esto supone que el 40% o 50% de lo que se bebe es alcohol puro.
¿QUË EFECTOS INMEDIATOS PRODUCE EN EL ORGANISMO?
El alcohol ingerido en una bebida es absorbido en el aparato digestivo, desde donde pasa a la circulación sanguínea en la que puede permanecer hasta 18 horas. Es eliminado finalmente a través del hígado. La presencia continuada de alcohol en el organismo y su consumo repetido es responsable de la mayoría de las lesiones que esta sustancia produce en nuestro cuerpo, como la cirrosis hepática o las encefalopatías en las que el funcionamiento de hígado y cerebro se ve gravemente alterado.
Pocos minutos después de haber bebido, pueden aparecer una serie de efectos, cuya manifestación varía según la cantidad ingerida y las características de cada persona. Por orden de aparición en el tiempo y en relación con la concentración de alcohol en el organismo, estos efectos serían los siguientes:
• Desinhibición.
• Euforia.
• Relajación.
• Aumento de la sociabilidad.
• Dificultad para hablar.
• Dificultad para asociar ideas.
• Descoordinación motora.
• Intoxicación aguda.
En los casos en que la concentración sanguínea de alcohol alcance o supere los 3 gramos de alcohol por litro pueden aparecer apatía y somnolencia, coma o incluso muerte por parálisis de los centros respiratorio y vaso motor.
Los efectos del alcohol dependen de la cantidad consumida, pero existen otras circunstancias que los pueden acelerar o agravar:
¿QUÉ RIESGOS Y CONSECUENCIAS TIENE EL CONSUMO DE ALCOHOL?
El consumo de alcohol durante los fines de semana, sobre todo entre los jóvenes, se ha convertido en un problema de salud pública.
Se ha demostrado que el consumo excesivo de alcohol puede provocar graves trastornos físicos, psicológicos y del comportamiento. EL riesgo de padecer estos trastornos a lo largo de la vida es mayor cuando este consumo se inicia en la adolescencia.
• A CORTO PLAZO (EFECTOS AGUDOS):
-Intoxicación etílica: puede provocar coma o muerte.
-Conductas de riesgo: accidentes de tráfico, prácticas sexuales de riesgo que llevan a contraer enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
• A LARGO PLAZO (EFECTOS CRÓNICOS):
El consumo excesivo de alcohol puede provocar importantes problemas de salud, conflictos familiares y sociales. Estos efectos pueden presentarse incluso en el caso de personas que no hayan desarrollado una dependencia y, por tanto, no sean consideradas alcohólicas. Destacan:
-Hipertensión arterial.
-Gastritis.
-Úlcera gastroduodenal.
-Cirrosis hepática.
-Cardiopatías.
-Encefalopatías.
-Cáncer.
-Alteraciones del sueño.
-Agresividad.
-Depresión.
-Disfunciones sexuales.
-Deterioro cognitivo.
-Demencia.
-Psicosis.
ALCOHOLISMO O DEPENDENCIA ALCOHÓLICA.
Una de las consecuencias más graves del consumo excesivo de alcohol es el alcoholismo o dependencia alcohólica. Se trata de una enfermedad caracterizada por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas a un nivel que interfiere con la salud física o mental de la persona y con sus responsabilidades familiares, laborales y sociales.
El riesgo de desarrollar alcoholismo depende de varios factores, a destacar:
• La vulnerabilidad individual: los hijos de padre o madre alcohólica tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol, sobre todo si son varones. También tienen más riesgo aquellos que lo utilizan para aliviar el malestar psicológico o superar sus problemas personales.
• La edad de inicio: cuanto antes se empieza a beber, mas riesgo existe de desarrollar dependencia en la edad adulta.
• La cantidad que se bebe: no hay una cantidad “segura” por debajo de la cual no haya riesgos. Se establecen tres categorías de bebedores en función de la cantidad ingerida y el sexo.
CONSUMO “O”
Existen situaciones en las que no se debe consumir nada de alcohol.
• Menores de 18 años.
• Embarazo o periodo de lactancia.
• Ingesta de medicamentos o drogas psicoactivas.
• Conducción de vehículos o manejo de maquinaria.
• Mientras se trabaja o estdudia.
CONSUMO DE ALCOHOL EN JÓVENES.
El consumo de alcohol en la adolescencia aumenta las posibilidades de desarrollar en la edad adulta un consumo abusivo o una dependencia de bebidas alcohólicas.
Los jóvenes rara vez presentan cirrosis hepática u otros trastornos, que se suelen presentar en los adultos tras varios años de abusar del alcohol, sin embargo las últimas investigaciones científicas han demostrado que el consumo de alcohol en la adolescencia, y especialmente en consumo “en atracón”, puede afectar al sistema nervioso central a distintos niveles:
1. Interfiere en el desarrollo del cerebro que atraviesa un periodo crítico de cambios durante esta etapa, limitando su futuro y su potencial individual.
2. Afecta, entre otras, la zona cerebral relacionada con la memoria y el aprendizaje (hipocampo).
3. En los casos en los que el consumo de alcohol produce síntomas de resaca o abstinencia, se producen daños sobre la memoria, el aprendizaje y la planificación de tareas.
Como consecuencia se producen alteraciones de las relaciones personales, del rendimiento escolar, comportamientos violentos y conductas peligrosas para la salud como prácticas sexuales de riesgo o conducir bajo los efectos del alcohol.
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